El ultimo mundo secreto... China,
durante siglos los que viajaban a China hablaban de paisajes mágicos
y de criaturas sorprendentes, la civilización china es la mas
antigua del mundo y actualmente es la mas poblada con mas de mil
millones de personas, ahi conviven mas de cincuenta grupos étnicos y
una amplia variedad de estilos de vida tradicionales, muchas veces en
estrecha relación con la naturaleza. En China se hayan las montañas
mas altas del mundo, bastos desiertos de calor sofocante o de frio
entumecedor, verdes llanuras que se extienden hasta donde alcanza la
vista, inmensas ciudades superpobladas, pero sobre todo un legado
cultural impresionante y casi imposible de cuantificar.
Viajar a China fue desde siempre uno de
los objetivos de mi vida, objetivo que siempre vi muy lejano, como el
típico sueño que nunca llega, que nunca podrás realizar, así algo
se iluminó en mi mente el día que mi compañero de trabajo Aitor me
comento por encima su idea de hacer un viaje desde China a Nepal
recorriendo todo el Tibet por la Carretera de la Amistad. La idea de
poder estar unos días en China, para luego ver con mis propios ojos
los maravillosos parajes del altiplano tibetano me llamo
poderosamente la atención.
Así que si me acompañáis durante las
múltiples entradas de las que se compondrá este blog intentare que
con mis textos conozcáis una pequeña parte de este maravilloso
país, que os sumerjáis en un viaje inolvidable lleno de anécdotas,
buenos momentos y cientos de cosas interesantes.
Intentare hacer esto de la manera mas
amena posible y pese a no ser un buen narrador intentare engancharos
con cada entrada. Subiré cientos de fotos, que pese a no ser las
mejores que podáis ver sobre este país os ayudaran a entender un
poco mejor lo que quiero explicaros con estas letras. Destacar que en
esta primera entrada aparecen fotos que no son mías, las mías
aparecerán mas tarde cuando termine la introducción, lo notareis
porque son de peor calidad ya que mi pericia como fotógrafo esta a
nivel de principiante, y más aun cuando realizaba el viaje.
Sin mas dilación empezaremos con el
paseo por China.
La propuesta de viaje de mi compañero
Aitor resultaba sumamente atractiva, China, el país que siempre
había querido visitar... Con el paso de las semanas cada vez fui
convenciéndome más, y entonces empezamos a hablar y a planificar
por encima como sería la visita. Comenzó el año nuevo y con el mi
seguridad a querer hacer ese viaje, así que nos pusimos manos a la
obra (mas bien Aitor se puso manos a la obra) y fuimos planificando
ya realmente como sería el viaje.
Durante los meses que sucedieron, la
ruta del viaje cambió sucesivamente debido a como siempre suele
pasar en estos casos múltiples imprevistos y también a que China es
enorme, y hay miles de cosas que ver, tantas que 20 días no alcanzan
para ver siquiera una cuarta parte de toda su riqueza natural y
cultural.
Al principio como he comentado antes,
nuestra primera intención era pasar bastante tiempo en el Tibet y
solo algunos días en China y Nepal. Pero según fuimos desarrollando
el itinerario veíamos que nos quedábamos cortos con los días que
pasábamos en China dado que siempre aparecía algo que nos gustaría
ver.
Al final decidimos hacer el viaje a
mediados de Octubre. Yo tenia entonces que hacer una serie de cambios
en mis vacaciones laborales, y además tendría clase en la
universidad para la fecha del viaje, pero aun no sabia de que
asignaturas ni nada. Ya teníamos fecha, ahora faltaba todo los
demás, como ya he dicho el trayecto del viaje sufrió varios cambios
a lo largo de la planificación debido a causas ajenas y propias, en
principio la ruta iba a empezar en China, desde Pekin íbamos a ir
acercándonos al Tibet, para luego por la Carretera de la Amistad
pasar a Nepal y coger el vuelo de vuelta en Katmandu. Pero como
sucede siempre con estas cosas, siempre surgen imprevistos...
El plan inicial era pasar los 3
primeros días de estancia en Pekín, mas tarde los 5 siguientes días
teníamos que decidir como ir acercándonos al Tibet, ahí ya
barajábamos 4 alternativas:
Una de las posibilidades era coger un
tren desde Pekín hasta Lhasa, trayecto de 3 días de duración
durante el cual haríamos una parada en Xian para ver los guerreros
de Terracota, la segunda posibilidad era viajar un poco hacia el sur,
hacia Guilin y luego de ahí hasta Lhasa, la tercera era ir a
Chendgdu en la provincia de Shichuan, región espectacular llena de
parques naturales impresionantes. La cuarta y ultima posibilidad era
viajar al Tibet directamente en avión y aprovechar los días que nos
ahorrábamos en hacer algún Trekking.
Las dos ultimas opciones quedaron
pronto descartardas, la de Chendgdu por su alto coste, y la ultima...
porque eso nos impedia conocer algo mas de China.
Luego en Lhasa la capital del Tibet
pasaríamos 4 días, más tarde partiríamos hacia el campamento
base el Everest el cual alcanzaríamos tras 4 días de viaje, a
partir de ahí seguiríamos nuestro trayecto hacia Nepal para una vez
en Kathmandu 3 días después coger el avión de vuelta a España.
Así mas o menos quedo nuestro primer
itinerario a falta de decidir como ir acercándonos al Tibet. pero
madurandolo un poco empezamos a ver algún inconveniente, el primero
de todos era el miedo a que el gobierno Chino decidiera cerrar el
Tibet a los extranjeros como a veces pasa tras alguna revuelta
independentista y entonces hicimos un itinerario alternativo el cual
nos llevaba de retorno a Pekín para coger nuestro avión
En el volvíamos desde el Campamento
base del Everest a Lhasa para coger otra vez de vuelta un avión a
Pekín y volver desde la capital. Nos pareció más correcto, no
fuera a ser que nos quedáramos sin poder entrar al Tibet y no
pudiéramos acceder a Katmandu asi si por alguna razón se cerraba la
frontera perderíamos la estancia en el Tibet pero podríamos
improvisar y visitar algo de China con la seguridad de que nuestro
avión de vuelta saldría desde Pekín.
Empecé a hacer ejercicio, mi vida de
estudiante y trabajador de Eroski no me dejaba mucho tiempo para
ponerme en forma así que empecé a hacer rutas con Aitor y a ponerme
un poco en forma en casa, no quería ser una carga cuando
estuviéramos a mas de 3000 metros de altura.
A parte de eso empece a comprar equipo
de montaña para los días en la el altiplano Tibetano. Pasaron los
meses y la ruta seguía cambiando, yo seguía juntando días en el
curro arañandolos de donde podía, cada día miraba fotos y foros de
China,y me tragaba una y otra vez el documental de la BBC “China
Salvaje" el cual recomiendo fervientemente a todo el que quiera
conocer este país y de momento no pueda hacerlo en persona.
Pasaban los meses y a veces el viaje se
estancaba, gente que al final se caía del grupo gente de la que no
sabíamos nada, y sin la que no podíamos seguir haciendo planes,
hacia el verano, sabíamos ya definitivamente que íbamos a ser 4 los
que emprenderían la aventura, Aitor, Jose, Noe y yo. De este grupo
yo solo conocía a Aitor.
Sobre Julio, y ante la pasividad de los
otros dos componentes del grupo Aitor y yo decidimos finiquitar el
itinerario del viaje y comprar ya de una vez los billetes de avión
que llevábamos meses viendo a precios bastante buenos y estaban
subiendo sin parar.
Así fue como en Julio decidimos que no
iríamos a Nepal definitivamente, por entonces el Tibet estaba en una
situación inestable, lo estaban cerrando sin previo aviso a los
turistas y teníamos miedo de quedarnos tirados sin poder entrar.
Así que volveríamos a China para terminar nuestro viaje, aquí en
estas fechas ya habíamos decidido que en lugar de volver desde
Pekín lo haríamos desde Hong Kong. Al final después de mucho mirar
vuelos dimos con este:
7:30 Asturias - Madrid (Iberia) Lleg.
8:30 (día 12)
12:35 Madrid - Londres (British
Airways) Lleg. 13:55
16:45 Londres - Pekín (British
Airways) Lleg. 9:30(día 13)
Para la vuelta:
23:25 Hong Kong - Londres (British)
Lleg. 4:50 (Día 31)
6:20 Londres - Madrid (British) Lleg.
9:40 (Día 1)
12:05 Madrid - Asturias (Iberia) Lleg.
13:05
Todo genial salvo que yo el día 1
curraba a las 3 de la tarde. Pero no me importo tenia tiempo para
comer cambiarme y aguantar la jornada laboral, otras veces había ido
con resaca y había pasado sin ningún problema la jornada laboral,
así que el cansancio del viaje no iba a quitarme de estar un día
más en China.
Bien ya teníamos el vuelo, ahora solo
faltaba todo lo demás, el tiempo apremiaba y Aitor no daba abasto,
necesitamos hacer aun mil cosas, billetes del tren que nos llevarais
a Tibet, permiso de entrada al Tibet, terminar el tema de los
visados, vuelos internos en China para desplazarnos por las
diferentes zonas que queríamos ver, hoteles en las diferentes
ciudades a visitar, mil y una cosas que se nos juntaron a última
hora y que por ello condiciono en parte algún que otro
desplazamiento.
El visado fue fácil aunque caro,
rellenamos la solicitud en la pagina www.visaforchina.org. Y junto
con fotos, pasaporte los enviamos a la embajada China, la verdad que
los gastos de todo este papeleo son bastante abusivos, pero aun así
todo salio bien y rápido. Con alguna que otra broma que le gaste a
Aitor durante el proceso.
Mas tarde tocaba poner las vacunas,
cuando empece a leer sobre las enfermedades que podías coger iba un
poco acojonado, pero cual fue mi sorpresa que solo me pusieron la de
Hepatitis B, ese mismo día salí del centro de vacunación en Gijon,
la compre en una farmacia cercana y me la pusieron, el resto era todo
tener sentido común me dijo la enfermera... por la cabeza se me paso
la contestación... donde se compra eso? La verdad que luego leyendo
el libro que me dieron salí tranquilo viendo que la China actual
dista mucho de la de hace décadas en cuanto a peligro de
enfermedades mortales. Con un poco de sentido común como me dijeron
puedes tener un viaje apacible en ese sentido.
Pasaron los días y se acercaba el día
de salida.
El itinerarios del viaje quedo
totalmente cerrado, y consistía en lo siguiente:
El día 13 por la mañana llegaríamos
a Pekín, visitaríamos la ciudad y el 16 por la mañana nos iríamos
de la ciudad muy temprano en un vuelo hacia Taiyuan, una ciudad
situada a 90 Km de nuestro próximo destino que era Pingyao, la
ciudad amurallada patrimonio de la humanidad era una visita muy
atractiva que no podíamos dejar pasar, ahí pasaríamos el dia
entero y dormiríamos para por la mañana del día siguiente (17)
volver a Taiyuan para coger otro avión a Xian.
En Xian teníamos la esperanza de
llegar a tiempo para acercarnos a ver los guerreros de terracota para
al día siguiente (18) coger de nuevo un avión y volar a Xining
donde ya cogeríamos el tren que nos introduciría en el corazón del
altiplano tibetano y nos llevaría a su capital Lhasa (dia 19), ahí
(rezando por tener los permisos de entrada validados y que no nos
cerraran la entrada) nos encontrariamos con el guía que habíamos
contratado.
En el Tibet pasaríamos una semana:
Los dos primeros días seria en la
ciudad de Lhasa, para luego ya en todoterreno irnos rumbo al EBC
haciendo noche en Sigatshe, para al cuarto día en el Tibet legar al
EBC, luego partiríamos a Gyanste y al siguiente el 6, veríamos el
lago Yamdrok para hacer noche en Shannan y el séptimo volver a China
desde el aeropuerto de Lhasa.
Ese día seria completamente de viaje,
que que haríamos escala en Chendgu,sitio en el que nos hubiese
encantado pasar unos días pero que por problemas de tiempo y de
dinero tuvimos que descartar. De noche ese mismo día aterrizariamos
en Guilin a cientos de Km ya del Tibet.
En Guilin pasaríamos otro día mas con
su noche y a la mañana siguiente partiríamos rumbo a Yangshuo en
barco recorriendo el precioso rio Li,
En Yangshuo estaríamos ese día y dos
mas, para luego volver a Guilin visitar lo que nos quedara y a la
noche coger un tren que nos llevara rumbo a Hong Kong donde
llegaríamos por la mañana y a la noche cogeríamos un avión
destino Londres que nos llevaría de nuevo a nuestro hogar.
Pasaron las semanas, y todo estaba
preparado, las ultimas semanas fueron algo agobiantes con
preparativos de ultima hora, pero también con algún que otro
problema con temas de la universidad, pero también en esos últimos
días sucedieron cosas que cambiaron a la postre mi vida para algo
mucho mejor. Son días que nunca olvidare.
Llego el día de partida, todo
preparado, mi madre era la encargada de llevarnos a mi y a Aitor al
aeropuerto de Ranón, el vuelo de Iberia destino Madrid, salía a las
07:30 horas, así que decidimos madrugar bastante. después de
revisarlo todo me colgué la mochila al hombro, su peso me resulto
excesivo y me plantee incluso quitar algo de peso, pero preferí
asegurar y llevar ropa suficiente (incluso para mi gusto me quede
algo corto como veréis en los últimos días del viaje).
Llegamos al aeropuerto con tiempo de
sobra para facturar el equipaje, y entonces poco tiempo después
empezaron los primeros imprevistos del viaje, nuestros compañeros no
terminaban de llegar, cuando quedaba poco tiempo para cerrar la
facturación, nos enteramos de que su coche había tenido una avería
y venían con un taxi, llegaron justo para facturación y nos
tranquilizamos todos despumes del primer susto.
El primer de los 11 aviones que
tomaríamos en los próximos días fue rápido, el trayecto entre
Asturias y Madrid es muy corto y apenas te enteras, una vez en
Barajas, decidimos desayunar y hacer los últimos tramites, Aitor se
despedía de la gente a través del Facebook y contratamos a última
hora un seguro de viaje.
Llegaba el momento de abandonar España
y aun nos quedaban muchísimas horas de avión por delante. Mirábamos
las guías, y estábamos impacientes por embarcar, yo me compre un
libro que me acompañaría durante todo el viaje y que devore en dos
días prácticamente durante los viajes por las carreteras del Tibet.
Tokio Blues de Haruki Murakami.
El vuelo a Londres ya fue con British
Airways, puntuales y serviciales, quedamos encantados con esa
compañía.
La estancia en Londres se saldo con una
frugaz y cara comida en el aeropuerto y una larga espera en la sala
de embarque con el impresionante Boeing 747 al otro lado de la
cristalera, comenzaba un viaje de 8000 km que nos llevaría a otro
mundo.
La entrada en el avión fue rápida,
las azafatas se encargaban de organizar a la gente, mi asiento y el
de Aitor estaban bastante separados del de Jose y Noe dado que los
billetes fueron sacados con algunos días de diferencia. A nosotros
dos nos toco en la parte derecha del avión junto con una señora, a
mi me toco la parte que daba al pasillo, al principio parecía que
había tenido suerte, pero en absoluto, cada vez que un pasajero se
levantaba para ir al baño pasaba por mi lado despertándome.
Las primeras horas de vuelo fueron
placidas, el asiento era cómodo y me dedicaba a investigar en el
entretenimiento personal del que disponía cada asiento, música, de
cuya selección de autores solo me gustaba Foo Fighters, películas
en ingles muy interesantes y 4 o 5 en castellano... o mas bien
español latino como con tristeza pude comprobar, aun así era mejor
que nada, mi primera elección fueron unos especiales de goles de las
diferentes ligas del mundo, para posteriormente ver una de las
películas en español latino, Xmen el origen, para nada de mi gusto
pero me entretuvo lo suficiente para matar un par de horas de viaje,
mientra nos sirvieron la cena, la cual consistía según la azafata
en "english dinner" o "chinese dinner", decidí
que la comida china podía esperar para mas tarde, así que elegimos
la inglesa, que pese a no ser de gran calidad lleno lo suficiente el
estomago, para cuando termino la película nos encontrábamos
sobrevolando Europa Occidental, empece a ver piratas del caribe "la
ultima" pero me empece a aburrir hacia mitad de la película,
así que me puse a escuchar música camino de Rusia, intente dormir
un poco, me puse el mp3 y me dormí escuchando música, fue cuando
sonaba Holy Diver de Dio cuando desperté y al ver el mapa vi que
sobrevolábamos los Montes Urales.
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