miércoles, 23 de octubre de 2013

DÍA 5: Pingyao




Muy temprano sonó el despertador, era la hora de despedirnos de Pekín, rápidamente rehicimos nuestras mochilas, nos aseamos, y salimos raudos a tomar el desayuno, desde el hotel pedimos un taxi para que nos llevara al aeropuerto, la ciudad aun dormía, las calles aunque con bastantes coches ya estaban bastante desiertas en comparación a las horas puntas, tan solo algún coche las transitaba, el sol empezaba a salir, mientras íbamos en el taxi me dedicaba a observar los edificios cámara en mano a ver si podía sacar alguna foto más, aunque la ruta que tomo el taxista no fue muy pintoresca.


Después de un rato ya estábamos de vuelta en el aeropuerto, lo difícil estaba ahora encontrar el vuelo, no os asustéis aunque en la foto parezca que todo estaba en perfecto chino, los carteles cambiaban y mostraban los vuelos en ingles, no nos resulto muy difícil encontrar el mostrador y una vez facturado el equipaje nos relajamos. El vuelo que íbamos a tomar nos llevaría a la provincia de Shanxi concretamente a su capital Taiyuan, en esta ciudad de unos cuatro millones de habitantes, debíamos coger un taxi que nos llevara a nuestro objetivo, la ciudad de Pingyao que se encuentra a 80 km de Taiyuan, visitar la ciudad y quedarnos a dormir en ella para a la mañana siguiente y muy temprano coger un taxi de vuelta a Taiyuan para coger de nuevo un avión que nos llevara a nuestro siguiente destino Xian.

Esta etapa del viaje fue muy rica en cuanto a conocer cosas pero algo estresante por estar siempre contrarreloj para conocer lo máximo posible.


Al llegar al aeropuerto lo primero que hicimos fue buscar el taxi, tocaba regatear con ellos un precio ajustado, ya que al ver que eres extranjero suelen inflan los precios incluso al doble de lo que en realidad debería de ser, cuando uno más o menos nos convenció subimos al coche, íbamos a experimentar un viaje largo por carretera y la verdad que no pudo ser mas instructivo para ver de primera mano el caos circulatorio en las carreteras chinas.


Negociando con los Taxistas

Las ovejas van por la carretera al contrario del sentido de circulación.

Este coche accidentado estaba a modo de aviso de cruce peligroso...


 Adelantamientos dobles, triples, maniobras arriesgadas, algún que otro accidente, vehículos singulares y muchos chinos trabajando en la carretera, algunos limpiaban el polvo del arcén en una maniobra que se antojaba bastante inútil, al final del viaje ya llegamos a una zona bastante pobre, se notaba por los edificios y los vehículos rurales que nos cruzábamos en la carretera.
A veces podías ver hasta 3 coches adelantando a la vez...




Llegamos a Pingyao, nada más bajar del taxi y ponernos las mochilas a los hombros, decenas de vendedores ávidos de turistas se nos acercaron, que si agua, que si mapas de la ciudad y a saber cuantas cosas más, de momento no queríamos nada, simplemente llegar al hotel que teníamos reservado, un pequeño albergue que tenia bastante buena pinta justo en la calle principal de la zona antigua. Otros cuantos chinos se ofrecían a portear nuestras mochilas en carromatos, pero nosotros preferimos ir andando, cruzamos la gran puerta de la muralla con dirección a la calle principal de la ciudad, no nos costo mucho dar con ella, y al cabo de un rato ya habíamos dado con el albergue.






Entramos y la impresión inicial fue muy buena, un local limpio y un personal sonriente nos recibían, tras varios tramites nos llevaron a nuestra habitación, la de Noe y Jose estaba situada en el propio edificio pero a mi y a Aitor nos llevaron a una especie de poblado con calles angostas pero decoradas tradicionalmente, el suelo empedrado y las casas bajas dotaban a la zona de un ambiente muy cálido, la habitación tenia las comodidades justas, pero todo estaba limpio y bien dispuesto, lo único reseñable y que por lo visto es algo habitual en los hoteles de las zonas rurales es el no tener ducha propiamente dicha, esto es que el baño cuenta con WC y lavabo pero no hay plato de ducha, la misa esta instalada pero sin un lugar especifico para ella y te tienes que duchar por encima del resto de los muebles, así si los observas un poco la madera estaba hinchada por el agua.





Nos acomodamos, nos tomamos una ducha para quitar el calor del viaje, y rápidamente nos pusimos a visitar la ciudad.

Pingyao fue fundada en el siglo XIV y tiene una zona historia que mantiene el aspecto que tenia hace siglos, esta zona esta rodeada por una muralla de 6 km de longitud, en la antigüedad Pingyao fue un importante centro de comercio ya que era un punto intermedio en diversas rutas comerciales, por lo que la riqueza abundaba en aquella época. Esa riqueza se fue esfumando con los siglos debido a la aparición de medios de transporte como el ferrocarril pero sobre todo el automóvil. La ciudad fue emprobeciendose y hoy prácticamente viven de los turistas, así se puede comprobar en cuanto te alejas de las calles principales, el resto de la ciudad es bastante pobre y poco cuidado. La zona amurallada es patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Los primeros bancos de China tuvieron su origen en esta ciudad y fueron de los mas importantes del pais como el Rishengchang.











Empezamos recorriendo la calle central junto con Noe y Jose, había decenas de museos y exposiciones y nos enteramos que a la hora de visitarlos todo, teníamos la opción de comprar una entrada general con la cual te ahorrabas bastante dinero, como pensábamos ver unos cuantos las compramos, tras visitar unos cuantos edificios, entre los que estaba uno de los primeros bancos de china, y ver como Aitor despertaba el interés de unos chicos locales bastante modernos con el pelo teñido que le pidieron hacerse fotos con el, (lo cual causo bastantes mofas), Aitor y yo decidimos que íbamos a ir por libre y visitar otras cosas diferentes, así que nos despedimos de nuestros compañeros y pusimos rumbo a la entrada de la ciudad.


Paseamos por las calles abarrotadas, intentando recordar como se llegaba a la entrada y maldiciéndonos por no tener un mapa, aunque al final conseguimos llegar sin mas problemas. Nos pusimos a fotografiar la muralla desde fuera y se nos acerco una anciana a vendernos el momentos antes ansiado mapa, se lo compramos y seguimos fotografiando, en cuanto nos entro el hambre decidimos irnos a comer, después de un rato moviéndonos por las calles decidimos comer en el restaurante del albergue en el que nos hospedabamos , cuando llegamos era bastante tarde y pensábamos que no nos darían de comer ya, pero encantados nos sentaron en una mesa y nos sirvieron los platos que pedimos, he de decir que ahí probé una de las mejores comidas en el país, un arroz frito con verduras que estaba buenísimo y unos noddles que me supieron a gloria, acompañados de una buena cerveza, y en el lugar más fresco del comedor lo cual se agradecía porque hacia mucho calor.







 Una vez terminada la comida nos pusimos rumbo a la muralla, queríamos recorrer un buen cacho por encima de la misma y ver la ciudad, volvimos otra vez a la entrada esta vez más rápido que la anterior, y subimos por unas escaleras a la misma, pasamos por la entrada donde nos cobraron una cantidad simbólica y nos pusimos a hacer fotos, según caminábamos nos dábamos cuenta de que habíamos cometido un error, no llevar agua para el camino, aun así se podía bajar de la misma en varios puntos así que pensamos que ya compraríamos más adelante. La muralla como hemos dicho antes rodea a toda la zona antigua de la ciudad, tiene forma de cuadrado y una longitud de 6km y unos 16 metros de altura, con 4 puertas principales una en cada punto caridinal.






Después de caminar un buen rato empezamos a observar la otra cara de la ciudad, las calles principales y sus cercanías gozaban de turismo y las casas estaban en buen estado, restauradas y a sus habitantes les parecía ir bien, pero según te alejabas del centro la pobreza empezaba a aflorar, casas medio cayendo, y barrios muy pobres, la parte de fuera de la muralla dejaba ver la ciudad nueva, fea e industrializada quedaba muy lejos de la modernidad de las grandes ciudades chinas.





Después de más de una hora de caminata y de decenas de fotos nos quedamos un rato a la sombra y empezamos a mirar el mapa para descubrir que aun nos quedaban poco menos de tres cuartos de la misma, por lo que decidimos ir solo hasta la mitad, donde la muralla llegaba a la puerta norte de la ciudad y por lo tanto nos daba la oportunidad de volver a la calle principal, seguimos caminando y observamos varios edificios religiosos, el primero era una mezquita y el segundo una iglesia cristiana.
Cuando por fin llegamos a la puerta que buscábamos, descendimos, divertidos por unos chinos con un burro que acaparaban la atención de una pequeña masa de gente, situación con la que yo bromeaba diciéndole a Aitor que el burro le había quitado los fans, pero nada mas lejos de la realidad en cuanto nos acercamos Aitor otra vez volvió a causar sensación entre los más jóvenes.



Caminamos por la calle principal destino al albergue, con la intención de encontrarnos con Noe y Jose para ver algo mas juntos, llegamos a una tienda que vendía una especie de dulces que en mi vida había visto, por lo visto se hacen de arroz y tenían buena pinta, por lo que me compre una caja. La verdad que tienen un sabor muy seco y bastante insípido, aun así me comí unos cuantos y el resto los guarde para dárselos a probar al resto de mis compañeros.

Como en el albergue no encontrábamos a nuestros compañeros y ya oscurecía decidimos visitar andando algún que otro museo o templo, lo primero que decidimos hacer fue subir a una de las gigantescas puertas situadas en la calle principal y así sacar fotos desde alto a la ciudad, para subir nos cobraron otro pequeño peaje, subimos por una empinada escalera, y llegamos arriba lo que nos permitió fotografiar bien la calle principal.




Cada vez había menos luz, por lo que no nos demoramos mucho y fuimos directos a un templo confucionista, cuando entrabamos ya iban a cerrar aun así nos dejaron entrar, una vez dentro a un chino que debía de estar limpiando no le debió gustar nuestra presencia a esas horas y parecía que nos increpaba, aun así hicimos caso omiso y dimos una vuelta rápida por el recinto, sacando alguna que otra foto.
Cuando salíamos estaba ya prácticamente la puesta de sol y Aitor aprovechaba para sacar alguna foto, seguimos ya de noche por la calle iluminada con farolillos, llegamos sin problema al albergue y ahí nos encontramos con Noe y Jose que habían terminado de cenar y estaban tomando un te, nos sentamos con ellos y pedimos de cenar, otra vez muy amables nos sirvieron, una de las camareras que nos servia no paraba de mirarme, una de las veces que se acerco a la mesa a traernos algo, se atrevió por fin a decirme la razón de porque me miraba, me señalo para la oreja, en las fotos no se aprecia pero llevo dilataciones, la chica por lo visto nunca había visto una y le llamaba la atención, se la enseñe y se sorprendió tanto que fue a buscar un palillo a ver si entraba por el agujero, en ese momento ya eran dos fans más las que observaban mis orejas y que rompieron en risas en cuanto efectivamente el palillo entro a través del lóbulo de mi oreja, ante las risas de mis compañeros y la mía, me dieron las gracias y se retiraron para seguir observándonos desde lejos.




Mientras terminábamos de cenar Jose y Noe agotados se retiraron a sus aposentos a descansar un poco, y quedamos con ellos para salir a tomar algo por algunos de los pubs que habíamos visto en nuestra visita diurna. Nosotros antes de quedar con ellos habíamos planeado volver a salir a la parte exterior de la muralla y ver si por la noche se iluminaba y así sacar alguna foto más.


Andar por la ciudad de noche era bastante solitario, todo el bullicio de por el día ahora solo se concentraba en la calle principal de la ciudad y el resto estaban desérticas, cuando llegamos al exterior vimos que prácticamente eramos los únicos a los que les interesaba fotografiar la muralla de noche.


Después de unas cuantas fotos no muy buenas, sin trípode, volvimos para salir a tomar algo con nuestros amigos, decidimos entrar en un pub que estaba bastante animado, dentro había música en directo, una pareja cantaba canciones y tenia a la gente entusiasmada.





En las mesas de alrededor había unas jóvenes que estaban visiblemente borrachas, y que perdieron toda la vergüenza de intentar hablar con nosotros, por más que les intentamos explicar de donde eramos no había manera, no sabían donde estaba España. Jose y Noe se retiraron a su habitación y Aitor y yo decidimos tomar una cerveza más, al finalizarla nos fuimos, las calles estaban desiertas y cuando llegamos al albergue nos dimos cuenta de que no podíamos entrar, habían cerrado y por más que llamábamos a la puerta nadie venia a abrirnos, intentamos llamar a nuestros compañeros pero tenían los móviles apagados, ya nos estábamos haciendo a la idea de que la habíamos liado como la noche anterior, pero volvimos a insistir llamando a la puerta y de repente un anciano apareció al otro lado visiblemente dormido y algo malhumorado nos abrió, le pedimos disculpas y nos dirigimos a nuestra habitación, teníamos que dormir ya que había que madrugar para coger el siguiente vuelo que nos llevaría a Xi´an.




Esta foto no es mía pero la pongo para que el lector pueda ver una panorámica de la zona amurallada